Cada 11 de febrero se recuerda a Elizabeth Blackwell (1821-1910) como la primera mujer en ejercer la medicina. Luego de que diez universidades rechazaron su solicitud de ingreso, consiguió estudiar en la Facultad de New York. Sin rendirse jamás, en 1849 obtuvo su título de médica.
Además de crear el precedente para animar a otras mujeres a estudiar, se unió a Nightingale y formaron la Escuela de Enfermería, creando un espacio académico de formación para otras mujeres. Posteriormente, fundó la clínica para mujeres y niños indigentes en Nueva York y luego la Facultad de Medicina para mujeres.